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Las vacunas: su historia y constantes desafíos

M. en C. Luz del Carmen Hernández y Dra. Victoria Pando Robles

Las vacunas: su historia y constantes desafíos

por M. en C. Luz del Carmen Hernández y Dra. Victoria Pando Robles



Desde su descubrimiento hace 200 años, las vacunas tienen un papel decisivo en la lucha contra las enfermedades. Los programas de vacunación (inmunización) a nivel mundial evitan entre dos y tres millones de muertes al año, principalmente en niños. Anualmente, 100 millones de niños son vacunados antes de cumplir el primer año de edad; adicionalmente, unos 24 millones de niños quedan sin vacunar (casi el 20% de los niños que nacen) o con el esquema de vacunación incompleto y en consecuencia su riesgo de muerte es alto. Conociendo estas cifras, la Alianza Global para la Vacunación e Inmunización (GAVI, por sus siglas en inglés) tiene el reto de lograr la universalización de todas las vacunas a todos los niños en los países pobres.

La vacunación es una de las medidas de mayor impacto en salud pública que ha conseguido disminuir la carga de la enfermedad y la mortalidad. Las campañas de vacunación a nivel mundial han logrado la erradicación de la viruela (1980) y la eliminación de la poliomielitis y el sarampión en muchos países.

Las vacunas ayudan a que las personas sanas se mantengan sanas y, al evitar la enfermedad, generan un incremento en la calidad y esperanza de vida. Con excepción del acceso al agua potable, no existe otra medida preventiva o terapéutica, que tenga mayor efecto en la disminución del número de muertes. Ni siquiera el uso de antibióticos sobrepasa el impacto de la vacunación.

Historia de la vacunación

Los historiadores estiman que la viruela apareció en el año 10,000 A.C. en los primeros poblados africanos. Esta enfermedad es producida por el virus de la viruela o Poxivirus variolae, y presenta una alta mortalidad. Afortunadamente, muchos de nosotros no la padecimos, ya que fue erradicada del planeta en 1980. Pero su historia es larga, los primeros en reportarla fueron los árabes (Siglo VII) y se conocen los devastadores brotes de viruela en Europa y Asia durante la edad media (Siglos V-XIV). Esta enfermedad sólo se ha reportado en el hombre, por lo que se cree que la dispersión de la viruela en el mundo, fue ocasionada por los viajeros infectados que llegaban a lugares donde la población no conocía la enfermedad. En América, fue introducida por los epañoles (Siglo XVI), arrasó con una buena parte de la población indígena y jugó un papel vital en la conquista del Imperio Azteca (México) y del Imperio Inca (Perú).

Los estudiosos de las distintas culturas, observaron que quien enfermaba con viruela y sobrevivía no volvía a padecer la enfermedad. Entonces idearon realizar infecciones leves para protegerse de las infecciones graves y mortales. En India, usaban la ropa sucia de las personas enfermas con viruela, que contenían las secreciones de las heridas de los enfermos (ahí se encontraba el virus), causando así una infección leve que inducía proteccíon en las personas sanas. En Africa inoculaban el virus, frotando las pústulas de un enfermo sobre una incisión (herida) realizada previamente a la persona que se quería proteger. El primer reporte escrito, relacionado con la vacunación se encuentra en la literatura china en el libro “El espejo dorado de la Medicina” (Siglo XI), donde se describe el proceso de “variolación” para prevenir la viruela, que consistía en la introducción de un pedazo de algodón empapado con pus de las pústulas de los enfermos en los orificios de la nariz de una persona sana. Estos procedimientos estaban difundidos en Asia y África, se introdujeron en Gran Bretaña en 1721, y de ahí se implementaron en el resto de Europa. A pesar del riesgo, la “variolación” constituye el primer intento de la humanidad por evitar las enfermedades infecciosas.

Posteriormente, el médico inglés Edward Jenner observó que las mujeres ordeñadoras de vacas, animales que podían contraer la viruela de las vacas o vaccinia, no se enfermaban de la viruela humana. Con esta idea, se propuso demostrar que la inoculación del contenido extraído de las pústulas de viruela vacuna (vaccinia) protegía contra la viruela humana. En 1796, probó su hipótesis en un niño de 8 años al que inoculó líquido de una ordeñadora que recientemente había enfermado de viruela de vaca. Después de un tiempo, expuso a este niño al virus de la viruela, y el niño no enfermó. Es así, como Jenner se convirtío en el padre de la vacunación y comprobó que “la pre-inoculación con un agente potencialmente infeccioso podía prevenir de posteriores infecciones”. Sin embargo, no toda la población reconoció la importancia de la vacunación y diversos panfletos de la época muestran que Jenner fue ridiculizado y enfrentó mucha resistencia. Afortunadamente, con el paso del tiempo las burlas cesaron y se reconoció la importancia de su trabajo, ya que ninguno de los niños vacunados enfermó de viruela.

Otro acontecimiento importante es la “Expedición Balmis”. La mortalidad por la viruela en el nuevo mundo era muy alta, en 1803 el Rey Carlos IV de España decidió financiar una expedicion filantrópica dirigida por el Dr. Balmis para llevar la vacuna contra la viruela a América y Filipinas. El fluido vacuno se transportó a través de los oceanos, infectando sucesivamente a los 22 niños que transportaba el navío, asegurando así que la vacuna arribara a su destino en buen estado. Esta misión tuvo cuatro objetivos: 1) la vacunación debía aplicarse a toda la población, 2) se tenía que preparar a la población en la producción del biológico, 3) se requería organizar un sistema de registro que permitiera llevar un conteo de aquellas personas que recibían la vacuna y 4) mantener el suero para usos futuros. Esta hazaña quedó registrada en la medicina y en salud pública como la “primera expedición sanitaria de la historia”.

El segundo avance importante ocurrió casi 100 años después. Louis Pasteur produjo la primera vacuna desarrollada en un laboratorio: la vacuna contra el virus de la rabia. Demostró que la rabia se puede evitar infectando a los humanos con patógenos atenuados. El 6 de Julio de 1885, la madre de un niño de 8 años que había sido mordido por un animal rabioso, pidió ayuda a Pasteur y éste decidió probar su vacuna. Joseph Meister fue el primer sobreviviente a la rabia humana. A partir de ese momento, se desarrollaron muchas otras vacunas, que en conjunto han contribuido a la disminución de la mortalidad de la población.

Vacunas, vacunación e inmunización

Se denomina “vacuna” a cualquier preparación biológica, que se administra a una persona sana para estimular la producción de defensas (inmunidad) contra un agente infeccioso mediante la producción de anticuerpos (proteínas que reconocen al patógeno y lo marcan para que otras células del sistema inmune lo degraden).

Todos los seres vivos tenemos la capacidad de reconocer lo propio de lo extraño, mediante nuestro sistema de defensa o sistema inmune. La inmunidad puede ser: 1) innata o inespecífica, está presente en todos los organismos y constituye la primera línea de defensa. 2) adaptativa, adquirida o específica, está formada por células de la sangre llamadas linfocitos B (productores de anticuerpos) y los linfocitos T, este sistema es exclusivo de los vertebrados, funciona para reconocer el patógeno, eliminarlo, generar memoria inmunitaria y en un subsecuente encuentro eliminarlo más rapidamente. La inmunidad puede adquirirse en forma activa o pasiva y a su vez puede ser natural o artificial (ver Figura 1). Inmunización, es el término general para todos los tipos de inmunidad que adquiere un organismo. Puede adquirirse naturalmente, enfermándose o a través de la vacunación (exposición artificial a una cantidad controlada del patógeno causante de la enfermedad).

Las vacunas están formadas por: 1) antígenos, son moléculas como proteínas, carbohidratos, lípidos, etc., que pueden ser parte de un patógeno y son reconocidas por el sistema inmune para la generación de anticuerpos; 2) adyuvantes, son compuestos que potencian la respuesta inmune, también se conocen como inmunógenos y 3) conservantes, que sirven para prevenir la contaminación de las vacunas y evitan la degradación durante su almacenamiento. Las vacunas tienen capacidad inmunogénica pero no infectiva, es decir, generan defensas frente al patógeno sin enfermar. En la Tabla 1 se resumen los tipos principales de vacunas accesibles en el sistema de salud.

Seguridad de las vacunas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se preocupa por la seguridad de las vacunas y con este objetivo en 1999 se fundó el “Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas” con el fin de responder de manera rápida, eficiente y científicamente rigurosa a cuestiones relacionadas con la seguridad de las vacunas que puedan tener importancia a escala mundial. Lamentablemente, los grupos antivacunas tienen los recursos para difundir información y generar temor en la población con mensajes falsos o verdades a medias, que generan que la población no confie en la seguridad de las vacunas.

Desde las primeras fases del desarrollo de una vacuna, generalmente en el laboratorio de investigación, se cuida que las vacunas sean seguras, eficaces y de calidad para permitir su desarrollo y su distribución. Sus componentes son sometidos a múltiples ensayos para determinar aspectos como pureza y potencia. Luego, se realizan pruebas de la vacuna en animales y posteriormente, se inicia el ensayo clínico de la inocuidad y la eficacia en seres humanos; y aún después de la autorización, algunos lotes de vacunas se someten a ensayos post-comercialización para verificar la uniformidad en el proceso de producción. Posteriormente, se realizan actividades de vigilancia para detectar todo incidente adverso que pudie-ra estar relacionado con la vacuna. La licencia, o autorización para el uso en seres humanos, es el paso fundamental del proceso. La entidad oficial que concede la autorización, el organismo nacional de reglamentación, es el árbitro que decide si se han cumplido las normas establecidas para garantizar la calidad de la vacuna; en México es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).

Desafíos de la vacunación

El futuro presenta grandes desafíos: 1) investigación para el desarrollo de vacunas no existentes (VIH/SIDA) y para mejorar las actuales; 2) disminución del costo; 3) mejoramiento de la infraestructura (en zonas rurales) y 4) generar confianza en la población para que acudan a vacunar a sus niños y para que se vacunen los adultos.

Conclusión

La vacunación es fundamental tanto en niños como en adultos, para la prevención de enfermedades y para lograr la equidad inmunológica. Es decir, sin importar nuestra condicion económicasocial, las vacunas permiten que las personas vacunadas tengan una protección similar contra un patógeno determinado.



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